De mis cosas favoritas en el último tiempo: Matcha. Y entrando al calorcito nada más deli que esta versión de iced latte con frutillas.
Lo confieso: soy una gran fan de las bebidas calientes, incluso en verano (sorry, not sorry). Y aunque el café es, por lejos, mi primera elección, el matcha se ha ganado un espacio en mi corazoncito. Creo que es un gusto adquirido, como eso de apreciar los vegetales cuando uno crece, así que con el matcha podría pasar algo parecido. Pero hay preparaciones y preparaciones, y esta mezcla de leche y frutilla lo convierte en un excelente primer acercamiento. O, si ya eres parte del culto, en una variación deliciosa para este verano (o para cualquier momento).
-Sami
¿Qué es el Matcha?
El matcha es un tipo de té verde japonés que se presenta en forma de polvo fino. Se obtiene de las hojas jóvenes de la planta de té (Camellia sinensis), que se cultivan bajo sombra durante varias semanas antes de la cosecha. Este proceso aumenta los niveles de clorofila y aminoácidos, lo que le da su característico color verde vibrante y su sabor único, que combina notas vegetales, un toque dulce y un ligero amargor.
A diferencia de otros tés, en lugar de infusionarse y desecharse las hojas, el matcha se disuelve completamente en agua o leche, lo que significa que se consume toda la hoja, aprovechando al máximo sus beneficios. Es conocido por ser rico en antioxidantes, especialmente catequinas, y por proporcionar energía sostenida debido a su combinación de cafeína y L-teanina, un aminoácido que promueve la relajación.
Se utiliza tradicionalmente en la ceremonia del té japonesa, pero también es popular en postres, batidos y bebidas modernas.
Ingredientes
Receta para 1 iced matcha latte
1 g de matcha grado ceremonial
20 ml agua (importante considerar que la temperatura al momento de prepararse debe estar entre 60-80° C)
2 frutillas medianas
1 cucharadita de azúcar
250 ml de leche de avena
Hielo al gusto
Implementos
Chasen (opcional para batir el matcha)
Colador pequeño
Preparación
Preparar el matcha
En un bowl de cerámica, agrega el matcha (si tienes un colador pequeño, tamízalo para evitar grumos). Vierte agua caliente sobre el matcha (recuerda que la temperatura es clave). Mezcla vigorosamente con un chasen. Si no tienes uno, no te preocupes, pero es importante saber que el matcha puede oxidarse al contacto con metales, así que sé cuidadoso con los tiempos.
Una vez mezclado, resérvalo.
Preparar el iced matcha
En un vaso, coloca las frutillas y el azúcar, y tritúralas con un mortero hasta que se integren completamente. Si prefieres, puedes triturarlas y mezclarlas antes de agregarlas al vaso. Luego, añade el hielo, la leche de tu elección (yo usé leche de avena) y finalmente el matcha preparado.
¡Y listo! Disfruta de tu Iced Matcha Latte con frutillas.
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